De todos los sentimientos del ser humano, el de la admiración es el más noble y el más gratificante. Admirar nos hace sentirnos mejores y también más inteligentes, la envidia no enseña nada. ¡Y hay tanta gente a la que admirar a nuestro alrededor!......

Con este gesto entrañable que tanto dice del admirador como del admirado, el paleontólogo Juan Luis Arsuaga te incita a ser “escuchante” de su programa: media hora de conversación amena y distendida, sobre el mundo de la ciencia y sus alrededores, a través del compromiso y la vocación social.

Por este programa han pasado geógrafos, escritores, arqueólogos; la mayoría de ellos investigadores o catedráticos de Universidad. Por algunos de ellos siento especial debilidad, como por ejemplo la veterinaria Rebeca Atencia de la Fundación Jean Goodall, con la que FAPAS compartió el prestigioso premio de la Fundación BBVA. 

Por eso, cuando me entero de que  Roberto Hartasánchez será su próximo invitado, la admiración que siento por ambos conversadores, reafirma en mi el sentimiento de orgullo, de pertenecer, junto a unos compañeros de lujo, a esta “pequeña gran organización” que es el FAPAS.

26/junio/1984. Mi primer visita al comedero de buitres del FAPAS en la Sierra del Cuera, en LLanes

 

Invierno del 2008. Doriana colocando posaderos para águila pescadora, con Roberto y Joaquín que está detrás de la cámara

Más de 20 años median entre estas dos imágenes, cuando un grupo de alumnas (ni tan pijas ni tan ñoñas como a priori pueda parecer), convencimos a Tere Celigueta, bióloga, ex monja  y directora del cole, para que invitase a un joven Roberto a darnos una charla sobre el trabajo del FAPAS, con el compromiso innegociable de llevarnos  de excursión a la Sierra del Cuera, a conocer en vivo y en directo el muladar de los Rasquilones.

Quien me iba a decir a mí por aquel entonces que mi sueño de querer ser veterinaria a lo James Herriot…. o del FAPAS, pudiese llegar a cumplirse, eso sí, como bióloga.

Roberto comenta que cuando empezaron en 1983, pensaban que con un poco de esfuerzo quizá llegaría un día en que no fuera necesario el trabajo del FAPAS, si la sociedad se hacía cargo de la necesidad de proteger nuestro propio entorno, liberando a los seres vivos de la amenaza de la extinción, la especulación o simplemente del desprecio con el que eran vistos.

Lamentablemente no ha sido así, y vamos a tener que seguir trabajando duro, vigilantes ante los problemas que se suceden, y que siguen impidiéndolo, si queremos que los sueños de mucha gente, como los míos propios, lleguen a hacerse realidad.

Para Juan Luis Arsuaga, las acciones de conservación llevadas a cabo por el FAPAS, son un buen ejemplo de que la premisa “piensa globalmente, actúa localmente” habitualmente aclamada por el movimiento ecologista, puede llevarse a cabo sin perder la perspectiva.

Que este prestigioso paleontólogo declare públicamente su placer de admirarnos, debe ser señal inequívoca de que después de casi cuarenta años, el FAPAS sigue haciendo las cosas bien, o por lo menos intentándolo, porque sin ninguna duda, la única lucha que se pierde es la que se abandona. 

Roberto Hartasánchez. El placer de admirar

  -Audio. 14/05/2022

 -Audio. 21/05/2022