No, no es un dron camuflado, ahora que volar  drones se ha vuelto complicado a causa de la necesidad de permisos y títulos.  Es el mayor enemigo de la abeja melífera doméstica, de las silvestres, la Apis mellífera iberiensis ya ni mencionarla, pues posiblemente o se ha extinguido, o estará a punto de hacerlo sin que nadie en este país de países diga ni pío. Debe  interesar poco que se extinga uno de los insectos polinizadores más importantes en la biodiversidad ibérica.

Una Velutina acecha  una colmena de abejas productoras de miel. Ellas se defienden haciendo una piña para tratar de evitar el ataque y la captura de una de las abejas.
 

Este otoño, al igual que el pasado, zonas de alta montaña donde se aprovecha la floración de los pastos y bosques naturales para producir miel se han visto afectadas por una inusitada presencia de avispas asiáticas. La  abundancia de velutinas  se incrementa con la llegada del otoño ya que  hasta antes de mediados de septiembre no se ve una sola avispa y a finales del mismo mes hasta últimos de noviembre el incremento de insectos exóticos es  tremendo, generando un impacto severo sobre las colonias de abejas hasta el punto de que muchas de ellas son eliminadas por este depredador.

Una  Velutina acecha la entrada de la colonia de abejas. Su velocidad es implacable para capturar cientos de abejas,  con lo que la colonia se  despuebla y muere.

Suspendidas en el aire como un dron esperando a que  una abeja  trate de introducirse en su colmena, si no es hábil, la Velutina la capturará  antes de entrar en su refugio.

Una  Velutina trata de  robarle la presa a otra avispa. Son depredadores  que trabajan en solitario y compiten entre ellas.

CONTROL DE   AVISPAS VELUTINAS

Es realmente  complicado el control de este insecto exótico llegado desde Asia a Europa en las zonas de  media y alta montaña a causa de la poca posibilidad de encontrar los nidos entre una densa vegetación forestal.

Desde hace años, en Asturias  las  administraciones que  han coexistido con la presencia de este insecto han desarrollado diversos programas tratando de erradicarlo. El anterior  Gobierno Regional creyó que sería fácil controlar a la Velutina a golpe de contratos con empresas y costes millonarios, un fracaso absoluto que permitió el asentamiento de la avispa asiática en todo el territorio sin ninguna dificultad.

El actual Gobierno Regional, vista la metedura de pata del anterior, ha abierto el abanico a la participación ciudadana, a los apicultores,  y parece que  la cosa  ha ido mejor y se han capturado miles de reinas impidiendo su reproducción. Pero llega el otoño y  las zonas de alta montaña están como están, llenas de velutinas que ponen en jaque a la apicultura.

La utilización de trampas es eficaz, pero no suficiente. Las zonas de media y alta montaña son difíciles de monitorizar y de localizar en ellas los nidos. Estas zonas están menos pobladas para colocar trampas y quizás  los insectos han  desarrollado  algún cambio biológico de adaptación a medios físicos diferentes como son las zonas bajas y costeras.

En todo caso una lección que deberían  aprender los políticos en gestión de depredadores. Son seres vivos con capacidades de adaptación,  con comportamientos y otras funciones ecológicas que es necesario conocer.  Matamos velutinas a cientos de miles y tenemos velutinas a muchos más cientos de miles en  las montañas  ya que consiguen sobrevivir. Habrá que saber por qué, ya que matándolas tanto como se matan no se consigue que dejen de ser un azote para la apicultura.  Habrá que sacar menos pecho político y tener más información científica.