Este nuevo ejemplar de oso muerto, aparece en  el territorio con mayor actividad de caza furtiva de Castilla y León  donde a lo largo de los últimos años, el goteo de osos muertos no  cesa.

Este, hace el ejemplar de oso muerto nº 16   desde el año 2000 en la montaña palentina,  un territorio de excepcional calidad de hábitat para el oso pero donde, pese a la continua campaña de propaganda de la Administración Regional, el oso se  encuentra en  serio riesgo de  desaparecer.