No podemos  por ello obviar un aspecto biológico de la vida humana, lo que nace se va. Y así  ha sido ya el destino para  Fueyo. Hace unos días dejamos de verlo para  a partir de ahora sentirlo.

Los  casi  cuarenta años de vida del FAPAS parecen haber pasado como un soplo. Cuando empezamos con la ilusión de no saber exactamente  qué era lo que íbamos a hacer, solamente  encauzar sentimientos  de conservación de la naturaleza, se acercó al recién creado FAPAS un personaje que marcaría para siempre parte de nuestra andadura enseñándonos que la naturaleza no solo era aquello que observábamos a través de los prismáticos. También eran imágenes en colores que la propia naturaleza había creado.

En esta retrospectiva del año 85  publicada en la Revista  0  del FAPAS, editada  e impresa en las propias oficinas del FAPAS con la vieja imprenta de offset, vemos a  Fernando Fueyo en medio de su salsa. Carpetas y láminas llenas de dibujos que daban vida y color a todo aquello que trasladábamos a las miles de personas, más de  24.000 que desde todos los rincones de España nos estaban ayudando a proteger a los últimos buitres de los Picos de Europa y a comenzar a estudiar cómo podíamos evitar la extinción de los osos.

Los dibujos de Fueyo durante décadas han acompañado al FAPAS y lo harán permanentemente.

Hasta siempre, Fernando….