Es  quizás uno de los temas menos estudiado de manera general en España. Se acusa al lobo  de ser el causante  de todos los daños a ganado doméstico en zonas loberas. Pero no es cierto, muchos daños son causados por perros.

Y esto no sucede solamente en España, sucede a escala global. Los perros  son los causantes de  miles de muertes de ganado doméstico. Mucho más demostrable cuando se producen en   territorios donde ya no hay lobos. Entonces es imposible ocultar la   autoría real de los daños causados por perros.

En España, en zonas loberas,  el interés por cobrar los daños del ganado muerto,  la ausencia de control de las administraciones y en definitiva, la corruptela a escala local haciendo la vista gorda, condiciona que el lobo haya adquirido una  fama de predador insaciable. Que se haya generado sobre la especie  una falsa actitud de odio y en general, una percepción de la sociedad de que el lobo es una fiera salvaje  que hay que  limitar, cuando no erradicar.

Desmontar ahora   toda esta parte del fraude montado entorno al lobo no va a ser fácil, pues su ajusticiamiento,  ha entrado en el macabro juego del éxito político. Quién ordene matar lobos, obtendrá apoyo social para mantenerse en el poder local.

De ahí que como setas, hayan surgido alcaldes  distribuidos por la  geografía donde habita el lobo reclamando su muerte, enarbolando la bandera del exterminio a sabiendas de que obtendrá un rédito político importante.

Documentación de: © Caroline Waggershauser 2017 

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En España, uno de los aspectos aún menos reconocidos, es la alta tendencia que tienen los lobos de alimentarse con carroñas que encuentran en la naturaleza.

Al margen de los conocidos trabajos de seguimiento de lobos alimentándose en basureros  o lugares específicos “muladares”, poco se sabe del comportamiento  natural de los lobos de explotar los cadáveres  que aparecen en un territorio.

Es precisamente esta aparición aleatoria  de comida a coste energético 0 sobre extensos territorios, lo que  sin duda ha influido durante décadas para que el lobo aun  siendo causante de daños a la ganadería,  su presencia desde finales del siglo pasado hasta comienzos del presente no llegase a generar  una situación de estrés y alarma social como  está sucediendo desde hace unos años hasta la actualidad.

La tardía reacción de especialistas en identificar   estos aprovechamientos tróficos  del lobo, al que siempre se le ha señalado como un predador por excelencia, ha llevado  a que las reclamaciones ante las administraciones correspondientes para devolver las carroñas a la naturaleza han llegado demasiado tarde.

Tarde porque el conflicto social ya está enquistado entre el fraude, los daños reales y los intereses políticos. Tarde porque cada administración ha montado un jugoso negocio con  el procedimiento de recogida de cadáveres para llevarlos a las empresas públicas transformadoras

 de grasas y que ahora no quieren desmontar

Vídeo de lobos en libertad  comiendo de una oveja muerta por causas naturales. Es decir, aprovechando una carroña. 

A muchos loberos, que los lobos coman carroña les entristece. El lobo debe de representar el estatus de depredador por excelencia, la imagen sublime del lobo salvaje, "el mito".

Pues bien, la dieta alimenticia del mito, es en buena parte la carroña, guste o no guste.

NO TODO NO  SON DAÑOS DE LOBO from FAPAS on Vimeo.