En Mayo, la actividad de los osos es más intensa, especialmente los machos adultos. Ya han entrado en celo y comienzan a desplazarse y  hacer grandes recorridos buscando hembras a las que cubrir.

Atraviesan uno tras otro los valles cantábricos saben dónde hay  osas y tratan de acercarse a ellas. Es un momento de gran riesgo para las osas que  acaban de parir este año y sus oseznos son muy pequeños. Deben de mantenerse ocultas y sin que nada les moleste.

En cambio, las osas que parieron el año pasado están a punto de desprenderse de sus oseznos, ya ha terminado la crianza y también es momento de pensar en  la reproducción. Buscarán   uno o varios machos de los cuales pueden llegar a tener un hijo de cada uno. Luego será imprescindible tranquilidad y una buena alimentación para continuar con su ciclo vital.