La imagen de un oso subido al pretil de una carretera y acercándose a comer al lado de un vehículo se ha hecho viral estos días  en las redes sociales que ubicaban el suceso en lugares diferentes de la cordillera Cantábrica.

Gran parte de estos vídeos de osos tienen su origen en Rumanía, un país con una gran población osera y en apariencia, bastante similar a muchos territorios cantábricos.

Otros vídeos, tremendamente virales, más de 40 millones de descargas, han sido un montaje  como el del oso atacando a un ciclista, cuyo autor decide ahora descubrir que hizo el vídeo falso porque en su día andaba estresado.

Hace unos meses, la noticia de un oso atropellado en la autopista del Huerna en Asturias dio origen a otro vídeo viral del atropello de  un oso en una autopista de Rumanía como si hubiera sucedido en España.

¿Son inocentes estos  vídeos falsos?

Creemos que no. Que se haga un vídeo viral en las redes hoy en día es normal, más si las imágenes  son captadas con buena calidad. Pero el empeño en ubicarlas en zonas oseras de España, principalmente la cordillera Cantábrica, vienen acompañadas de   intenciones y mensajes que tratan de crear un clima  de peligrosidad de esta especie.

Son cada vez más las voces que se dejan oír de los riesgos de tener una población de osos salvajes, presuntamente peligrosos para las personas tanto por posibles ataques como por causar accidentes.  Crear un clima social contrario al oso y favorable a otros intereses  dado el incremento que la población osera ya  es  muy grande. ¿Comenzar a cazarlos?

Convertir en un problema un comportamiento normal trae sus consecuencias. Pretender que los osos de la cordillera Cantábrica no estén cerca de núcleos habitados es como pretender que  la lluvia no moje a los pueblos y caiga siempre lejos de ellos.

La osa Lechuguina es posiblemente la primera víctima real de esta situación que se está creando contra la presencia de los osos, bajo la influencia de las Fake News  en la cordillera Cantábrica. Ya se está presionando para cazarla por un comportamiento normal que tienen gran parte de los oso cantábricos, acercarse a núcleos habitados para consumir frutas por la sencilla   razón ecológica de que ambos, osos y pueblos ocupan un mismo espacio; la montaña.

Quien siembra vientos, cosecha tempestades

Las noticias falsas sobre osos, exageradas o tendenciosamente  descritas para manipular la imagen de esta especie y  condicionar  un rechazo social, serán a partir de ahora una de las nuevas armas que  serán utilizadas en contra de su conservación. Una deriva de la falsa y potente campaña de información social creada  por la  Administración asturiana y la Fundación Oso Pardo sobre la presencia de osos problemáticos que se acercan a los pueblos.

Veremos más vídeos falsos, literalmente incapaces de discernir si son reales o falsos al haber sido creados con inteligencia artificial, seguro que para la fauna silvestre no habrá normativas legales que regulen un mal uso de  esa inteligencia artificial. Habrá que estar preparados para poner al descubierto  tanta  falsa información.