La pérdida de actividad agraria  durante las últimas décadas, ha favorecido que  la presencia de árboles productores de frutas se encuentren principalmente en entornos humanizados. Se haya dejado de plantar  o proteger árboles frutales en fincas más alejadas  como se hacía en la antigüedad.

Así que no es raro encontrar estos días los rastros de algún oso que se ha acercado a una huerta para comer las primeras cerezas de la temporada. Claro, enseguida sabes si hay un oso si te encuentras con un buen pastel como este.

  

Pues menudo destrozo ha hecho en este  cerezo que hemos encontrado hoy por la mañana. Pero si nos fijamos bien, el oso solamente  ha roto las ramas bajas que ha podido alcanzar con facilidad desde el suelo poniéndose de pie. No se ha subido al árbol como hacen   siempre.

La razón, es que el árbol está  protegido con un protector Cactus que  el FAPAS colocó hace unos años cuando por primera vez el oso  vino a comer cerezas.

Aquí podemos ver mejor el sistema de protección que colocamos en su día y que ha tenido un buen resultado. En las fincas del FAPAS el año pasado sufrimos la presencia de “Brutus”, que nos dejó unos cerezos que.., bueno, mejor dicho que no nos dejó, ya que los destrozó por completo. Culpa nuestra por no protegerlos debidamente, aunque la realidad es que   los cerezos eran para él, mejor dicho, las cerezas. Pero ¡qué tipo!,  es que se llevó  el árbol al hombro como quién dice, para  darse la comilona de cerezas.

  

 

 

 

 

 

 

 

 

Brutus, rompió varios cerezos como este  de unos 20 centímetros  de diámetro. Por fortuna no se secan y enseguida vuelven a brotar.   Pero es razonable que si a FAPAS no le importa, a los dueños que plantaron  los cerezos sí que se enfadan.

Pero podemos recordar cómo se hizo el trabajo y ver a los osos subiendo a los árboles a comer cerezas   a través del vídeo de TV FAPAS EN ACCIÓN, que hicimos en su día y que puedes  ver en  este enlace al programa: 

ES TIEMPO DE CERZAS