El oso Cachou en el momento de ser localizado muerto en el Valle de Arán

Las acusaciones particulares de organizaciones de conservación de la naturaleza como FAPAS ha servido para reforzar  que este proceso judicial no  haya terminado como otros muchos casos de osos muertos  en el archivo de los procedimientos, es decir, dando carpetazo a las investigaciones y  terminando en nada,  sin ninguna responsabilidad penal para los que  han matado osos.

Dice   el abogado de FAPAS y de IPCENA,  organizaciones que vamos de la mano en este proceso judicial:

El Juez ha dictado un primer Auto desestimando lo alegado por los investigados y rechazando que las declaraciones de la anterior Jueza hayan causado indefensión o sean merecedoras de reproche alguno.

Y ha dictado también un segundo Auto en el que refuerza el anterior Auto dictado de inicio de juicio contra los dos y lo mantiene, reconoce que el anterior estaba poco fundamentado, y lo vuelve a redactar con muchos más argumentos.

Finalmente El juez dispone la continuación de las diligencias previas y traslada la causa a la fiscalía y las acusaciones personadas para que, en el plazo de 10 días soliciten la apertura de juicio oral, el  sobreseimiento de la causa o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias.

Esperemos no encontrarnos con una nueva sorpresa de la organización que trata de abanderar desde hace décadas la conservación del oso en España y que llegados estos casos,  se pone subliminalmente al lado de los que matan osos, personándose como defensores de esta especie en peligro de extinción, pero finalmente entorpeciendo los procesos judiciales, cuando no torpedeándolos directamente para conseguir que  nunca  haya un culpable, en especial si esa organización ha tenido alguna relación directa con los que cometieron el delito, como es el caso.

Magnífico reportaje publicado que actualiza la información de este procedimiento judicial