Porque es abundante, quizás porque no es espectacular, pero sin embargo su presencia es fundamental en la ecología de los bosques cantábricos.

 

 

Porque si queremos que haya lobos viviendo en libertad, también debe de estar  presente de  una manera estable su presa  favorita; el jabalí.

Sin embargo  poco o nada nos acordamos de él.  Solo  son números en las estadísticas de la caza. Las grandes Reservas   de Caza  de las montañas cantábricas  establecen  varias miles de batidas para  matar al cerdo salvaje.

Sin mayor  objetivo que matar cuantos más mejor. Sin tener en cuenta que se trata de una especie clave en el equilibrio de los frágiles ecosistemas de montaña.  Sin su presencia, los lobos tendrán que modificar su  presa más abundante, comenzarán los daños a la ganadería.

El principal sistema de  caza del jabalí, es la batida. Un sistema  anárquico que    permite matar cualquier ejemplar del grupo familiar, desde los grandes a las crías.  Sin embargo, el jabalí es una especie sedentaria que tiende a vivir  de forma estable  en  el territorio que elige.

El sistema de caza por batida, actúa sobre los grupos familiares  de forma tan extrema, que los dispersa de manera incontrolada, obligándolos a cruzar carreteras donde  cientos de jabalís, provocan accidentes. ¿Provocan los accidentes los jabalís?, o  es el sistema de caza el que lo favorece.

Pocas veces hablamos en  conservación del jabalí. Como es abundante... Pero no tanto. En las grandes reservas de caza la presión es tan grande que los jabalís para sobrevivir generan mecanismos poco conocidos. Pasan a parir las hembras 2 veces al año, en vez de una que es lo normal.

Las hembras se hacen fértiles a los dos años, si no lo hacen ya el primero, cuando debería de esperar a los 4-5 años. Todo un desequilibrio que nos pasa inadvertido. Claro, como son jabalís, parece que a nadie importa.