Dicen que la familia unida jamás será vencida, por muy gordo que sea el “enredo”, así que para muestra un botón. En la fotografía, “el cuerpo de élite” de FAPAS, en plena faena, a punto de hincar el poste de unos 200 kilos que soportará toda la estructura del nido. De izquierda a derecha: Jorge, Iván (“Flores”), Luis, Iván (“el de siempre”), Roberto, Doriana y Monchu. Jandro está detrás de la cámara, y a Joaquín lo hemos dejado en Palencia, ya que lo suyo son las podas y ascensos de más altura. 

LO PRIMERO, ELEGIR UNA BUENA UBICACIÓN

La rotura de los antiguos diques por la fuerza de las mareas, está permitiendo que la ría de Villaviciosa vaya recuperando poco a poco sus dominios en la franja intermareal. Los “porreos” (traducción maliaya de lo que viene siendo un “pólder”), son terrenos de aluvión desecados y ganados al mar allá por el siglo XIX, con el fin de ser destinados a cultivos y pastos. Lástima que se los vayamos a devolver a la mar en semejante estado…

Aún así, esta zona constituye un paraíso para las águilas pescadoras lleno de posaderos naturales, con abundante pesca durante la pleamar, y lo más importante: A SALVO DE MOLESTIAS HUMANAS.

LA CUESTIÓN NO ES QUE LLEGUEN, SINO QUE TAMBIÉN SE QUEDEN

Las águilas pescadoras migran solas, lo que hace que la primera migración de los ejemplares jóvenes sea un desafío extremo de resistencia y navegación. Para afrontar con éxito este viaje iniciático, cada bicho solo cuenta con su propio instinto para establecer la hoja de ruta (fecha de partida, camino elegido, y destino final de invernada), además de una dirección de vuelo adquirida de forma hereditaria. Cualquier cambio de orientación posterior estaría causado por factores ambientales como el viento (Por ejemplo, en condiciones óptimas, las águilas pescadoras del Reino Unido vuelan en dirección suroeste hacia España o Portugal, continuando a través del Sáhara hacia el oeste de África, pero los fuertes vientos del océano Atlántico tan próximos a las Islas Británicas pueden provocar que las jóvenes e inexpertas pescadoras se desvíen de su trayecto original, realizando largas travesías sobre el mar que resultan tremendamente peligrosas).

- LA RIA DE VILLAVICIOSA, UN BUEN SITIO PARA PASAR EL INVIERNO

Las águilas pescadoras adultas regresan al mismo territorio de invernada, año tras año. En cambio, para un joven, encontrar un lugar seguro donde pasar el invierno ya es otro cantar.

En el 2020, la ría maliaya recuperó por fin la categoría de “territorio de invernada”  después de que BEN desapareciese en el 2013.

FLO, desobedeciendo su instinto, ha elegido con buen criterio, quedarse en los porreos recién inundados para pasar el invierno. Probamente en estos momentos, esté afrontando su primer viaje de regreso hacia las zonas de reproducción en el norte de Europa. Esperemos que tenga suerte, y en septiembre podamos volver a verlo en la ría.

- VUELOS CON STOPOVER TAMBIEN EN LA RÍA DE VILLAVICIOSA

El anillamiento científico y los emisores vía satélite han demostrado que cada ejemplar de águila pescadora realiza las mismas escalas en viajes sucesivos. Se considera que esos sitios son una parte esencial del proceso de navegación, ya que la posibilidad de contar con sitios conocidos, donde pescar y descansar, brinda la oportunidad a las aves adultas de recuperar sus reservas de grasa, antes de continuar viaje.

La vieja MORVEN es un buen ejemplo de ello. Nacida en el 2003 en las Highland escocesas, realiza todos los años una parada obligada en Villaviciosa, a finales de marzo, antes de cruzar el Golfo de Vizcaya: una de las etapas más complicadas de su viaje de regreso desde Mauritania.

- ¿EXISTEN TERRITORIOS DE CRIA EN VILLAVICIOSA?

De los 10 ejemplares de águila pescadora diferentes que cada año visitan nuestros nidos y posaderos de Villaviciosa, la mayoría hacen escalas de uno o dos días, o simplemente paradas de avituallamiento durante los viajes de migración. Lo de reproducirse ya es otra historia; en el 2018, un macho escocés procedente del proyecto de reintroducción de Urdaibai en Vizcaya, llegó a regentar uno de los nidos, pero su temprana desaparición en el 2020 terminó con nuestras expectativas de cría. Lo mismo ocurrió en otro de nuestros nidos de la marisma de Rubín en Cantabria, en el 2021.

El fallecimiento prematuro de ambos machos, pone de manifiesto que el objetivo de restablecer una población autosuficiente cuando se trabaja con aves rapaces, requiere un periodo de tiempo relativamente amplio, ya que generalmente se trata de especies complejas, de madurez retardada y baja fecundidad. Si a esto añadimos que las águilas pescadoras tienen un comportamiento migratorio, con áreas de reproducción e invernada no coincidentes, la cosa se vuelve un pelín más complicada.

Teniendo en cuenta que en los últimos años se han dado varios intentos de cría en diferentes puntos de la costa cantábrica, sin resultados satisfactorios hasta la fecha, debería barajarse la posibilidad de llevar a cabo un nuevo proyecto de translocación, con el fin de incrementar la posibilidad de mantenimiento y expansión de la especie, favoreciendo así la conectividad entre la población francesa de las Landas y los efectivos reproductores del sur de España (ambas originadas a partir de proyectos de reintroducción).
Nosotros así lo hemos propuesto, y como era de esperar, ninguna Administración se ha molestado en contestarnos.

Pero nosotros somos el FAPAS. ¿Quién dijo miedo? Los espectaculares viajes de migración de las águilas pescadoras ponen de manifiesto que “el que la sigue la consigue…” y eso también está en nuestra naturaleza. Nosotros seguiremos allanando  el camino para que “El Olianco” (como era conocida el águila pescadora en Asturias), vuelva a criar en la ría maliaya.

FAPAS EN ACCIÓN. COLOCANDO UN NUEVO NIDO EN LA RÍA DE VILLAVICIOSA

La colocación de un nido artificial para águila pescadora requiere esfuerzo físico, imaginación, conocimientos sobre la especie, medios humanos y logística, solicitud de permisos, un coste económico y mucho entusiasmo. Como una imagen vale más que mil palabras, mejor que Monchu os lo cuente en uno de sus estupendos Vídeos

Monchu haciendo de las suyas

 

   

  VIDEO “había una vez… un nido

  

 

 

 

 

 

Supongo que algunos habréis echado de menos a Fonso, en la foto de familia. Como podéis imaginar, este tipo de batallas no se libran en un solo asalto, así que aprovechando el flujo favorable de las mareas, y la habilidad de Alfonso para subirse a “cualquier alto”, volvimos al cabo de unos días para acabar de acondicionar el nido, y colocar el equipo de fototrampeo que nos mantendrá informados en todo momento, de quien pueden ser sus ocupantes.

Fonso, apodado por algunos "el cainejo" encaramado en el poste para izar la carga 

 

AGRADECIMIENTOS:

-Demarcación de Costas de Asturias

 

 

 

 

 

-Fernando “Luz”, y Chus el de Luces. Ellos ya saben por qué…