El año pasado, FAPAS presentó ante la Fiscalía una denuncia  sobre la realización de batidas de caza en espacios protegidos sin presencia de guardería, tal como obliga la Ley  y Reglamento de Caza del Principado de Asturias.

La investigación concluyó que no era cierto, que las cacerías contaban siempre con la presencia de guardas, lo que desde FAPAS sabemos que no era cierto. Palabra contra palabra, pero el trabajo de seguimiento de FAPAS constataba que no estaban presentes los guardas y que   por tanto esas cacerías eran ilegales.

¿Qué efectos tiene cazar sin vigilancia?. Todos  nos lo podemos imaginar. Matar cualquier animal y al final de la cacería decirle al guarda que  solo se ha matado   algo legalmente, lo matado ilegalmente en la cacería se vuelve a recoger durante la noche.

Cazar sin vigilancia en las zonas oseras es una temeridad,  es prácticamente abrir  la caza del oso sin tapujos.

El 10 de Noviembre de 2020, FAPAS publicaba la noticia:  SE INICIA LA CUENTA ATRÁS PARA MATAR OSOS EN ASTURIAS

Nos llamaron  alarmistas y exagerados, pero el tiempo no da la razón. Nos la da las dos osas desaparecidas en Teverga mientras se estaba dando esta situación de cacerías sin vigilancia. 

Este año, ha entrado en celo una de las crías de las hembras desaparecidas, dónde está su madre. ¿Correrá la misma suerte?.

El Gobierno de Asturias modifica el Reglamento de Caza

Ante la situación de presión al verse denunciados ante la Fiscalía,  el Gobierno de Asturias decide ponerse al descubierto y legalizar su actitud favoreciendo la caza de cualquier especie, sea protegida o no, eliminando de manera oficial la vigilancia en las cacerías.  Modifican el Reglamento de Caza y  eliminan la obligatoriedad de que en las batidas de caza mayor, dentro de las Reservas Regionales de Caza que son   a su vez Parques Naturales y Reservas de la Biosfera los cazadores vayan acompañados  por la guardería.

Los cazadores solo deberán de presentar ante el  guarda al inicio de la batida la documentación pertinente para participar en la cacería. Luego al finalizar, se presentará de nuevo el guarda  al que se le comunicará qué es lo que se ha cazado. Todo queda al pairo de la honestidad de los cazadores.

Alegación del FAPAS

Presentamos una alegación ante el Gobierno del Principado de Asturias para que  se retirara  esta propuesta  a la modificación del Reglamento de Caza, alegación que ha sido rechazada por el Servicio de Caza argumentando: 

AVANCES TECNOLÓGICOS. Qué avances son esos. ¿El teléfono móvil?, serán los cazadores vigilados vía satélite, con drones que pueden ver entre la niebla y lo que sucede debajo de los árboles?. ¿Pondrán un  collar radio emisor a cada cazador, como si fueran  maltratadores para ver dónde están en cada momento.  Una cámara Gopro con envío   inmediato de imágenes para que el guarda desde su oficina pueda ver   a qué animal han disparado?.

FAPAS ha consultado a cazadores de gran experiencia y vaticinan una catástrofe. Hay cazadores legales, sin duda, pero todos sabemos  lo que hay en los pueblos, cuadrillas formadas por cazadores legales de día y furtivos por la noche. La clave de esta  nueva decisión política parece encontrarse  en la  posible protección del lobo a la que el Gobierno de Asturias se opone rotundamente. Sin vigilancia  disparar, matar un lobo y dejarlo abandonado en el monte, callando de manera tácita todos los cazadores participantes  en la batida, será totalmente factible.

Respuesta legal

Visto que no hay posibilidad de  diálogo con un Gobierno regional que desde el primer día se ha planteado  acabar con el modelo de conservación  ambiental de Asturias en lo que se refiere a fauna y espacios protegidos, solo queda una vez más la vía judicial.

FAPAS  seguirá estas cacerías por su cuenta y si comprueba  efectos negativos como disparos, heridas o muerte de especies protegidas hará responsable al Consejero correspondiente que firma y autoriza estas actuaciones y  procederá judicialmente contra él.