Todo empezaba al llegar al correo del FAPAS un aviso:

Comentario:
Hace ya unos días y no ha aparecido nada en la prensa. ¿Estáis enterados de que ha aparecido un oso muerto en la zona de Redes?, bueno, en realidad parte de él, parecía descuartizado y no estaba carroñeado, al lado aparecieron unos guantes de látex. Saludos

Todos los comentarios y llamadas al FAPAS son tenidas en cuenta y esta, aunque extraña, merecía una comprobación.  Ya nada nos extraña del comportamiento del Gobierno Regional de Asturias en materia de conservación de la biodiversidad, tampoco del oso, pueden hacer cualquier cosa y ocultarlo.

Indagando,  pudimos  llegar a la información de que  alguien había depositado restos de un oso muerto cerca de un camino y habían sido descubiertos por una señora que paseaba por allí.  ¿Finalidad?, ni idea, algo así como un experimento a ver qué pasa con una carroña de oso o algo parecido.

El tema podría  no tener mayor importancia, se trataba del manejo de un oso muerto hace tiempo, muy posiblemente uno de esos ejemplares que aparecen y que  todos los técnicos afirman que ha muerto por causas naturales, aunque haya aparecido en una situación o lugar    nada habitual para que muera un oso.

El problema una vez más está en el permanente ocultismo, el trabajo sucio, y en este caso esperpéntico del Gobierno de Asturias  desprotegiendo a los osos vivos y manejando  a los muertos como si fueran basura.

La NUEVA ESPAÑA   ha destapado este entuerto que nos lleva a pensar que en la actualidad algún gestor  de la biodiversidad en Asturias no está en sus cabales.