Como ya hemos contado con anterioridad, la actividad osera es muy alta en la actualidad.

 

excremento con restos de manzana
Excremento de oso con restos de manzana.

Las osas y sus esbardos recorren estos días su territorio en busca de alimento. Para los oseznos es el momento de aprender cómo y dónde conseguirlo, también de conocer que productos formarán parte de su dieta. Observando a su madre podrán adquirir las herramientas  necesarias para llegar a su independencia.

Los osos también están más activos, no solo tienen que preocuparse de conseguir comida, ahora deben de recorrer grandes distancias aún  en busca de alguna hembra receptiva que le permita continuar su estirpe

Todo esto implica que el equipo de FAPAS tenga que realizar un trabajo extra; al seguimiento habitual de los plantígrados se suma el de apoyo  a la población. 

Roberto reconstruye el gallinero de un vecino.

 En algunas ocasiones, los osos, aprovechando la tranquilidad de la noche, se acercan a los pueblos buscando los frutales que se   encuentran en las cercanías, y puede pasar que lo hagan a los que se encuentran en las huertas que existen entre las casas debido a la falta de actividad humana a esas horas.

 Una de nuestras funciones en estos casos, es disuadirles para que abandonen la zona. Para ello utilizamos distintos métodos, pero   no os preocupéis, son completamente inofensivos.

 También colaboramos con los vecinos haciendo cierres, colocando pastores eléctricos, reforzando los cercados o chamizos que   poseen, etc; a su vez, hablamos con ellos para que conozcan la especie, aprendan a valorarla y se pueda llegar a una perfecta   coexistencia.

Nuestra implicación en la protección de la especie conlleva perder horas de sueño en las guardias de los pueblos, muchas horas de revisión de cámaras de fototrampeo, miles de kilómetros por el territorio buscando indicios... pero cuando el esfuerzo tiene su recompensa, ese esfuerzo se transforma en fuerza para seguir adelante con más ganas.