Y como va siendo rutina desde hace ya ocho años, la primera plantación está relacionada con las plantaciones de pino silvestre que  realizamos en el entorno de la estación de esquí de Valgrande Pajares en Asturias, reivindicando que el pino silvestre, una especie autóctona, no puede estar prohibida de  utilizar en la recuperación ambiental de  los espacios protegidos de las montañas cantábricas.

La actividad  de plantación, una vez más ha estado organizada por los Clubs  de esquí vinculados a la estación invernal, que cede los terrenos para  hacer esta plantación de alta montaña   a unos 1.700 m. de altura y un clima verdaderamente extremo.

Así que por octavo año consecutivo,  FAPAS ha colaborado en una actividad de concienciación medioambiental con los clubes Ski Club Elit Mirios, Club Cuitu Negru, Pajares Ski Club, Club Alpino Peñaubiña, Club Camposki de la estación de Ski de Pajares en la que participan los niños y padres de estas entidades, así como algunos esquiadores de la estación que se animaron a asistir.

Pero la mayor dificultad para que los árboles crezcan no está en el clima, para eso   el pino silvestre está perfectamente  adaptado.  El problema  está en evitar que  las vacas que abundan en la zona no se los coman, así que  cada pino va creciendo dentro de  su pequeña fortaleza de protección.

Y tan importante como plantar los árboles es  que en la actividad  participen los niños,   sobre los que es tan importante concienciarles sobre  la importancia de la protección de la naturaleza.

Desde el FAPAS  debemos de reivindicar una vez más que el pino silvestre (Pinus sylvestris) es una especie autóctona de la  vegetación ibérica. No puede estar prohibida su plantación en los espacios protegidos.

En la cordillera Cantábrica,  El pino silvestre ha formado parte del  hábitat  del urogallo. Pero ello no quiere decir que como es autóctona y beneficiosa para el urogallo que está en peligro de extinción,  se puedan plantar   destruyendo otros ecosistemas forestales autóctonos, ni usarlos para repoblaciones forestales intensivas como justificación de que son buenas para el urogallo, ya  que como vemos, estas repoblaciones salvajes pensando solamente  en rentabilidad económica,  sólo sirven para incrementar los incendios forestales.

Pinos silvestres producidos en el vivero Forestal del FAPAS