El lugar por donde pasan los osos machos queda marcado para dejar testimonio de su presencia.  No se trata de marcar el territorio, pues en ocasiones podemos comprobar que un oso que ha marcado un lugar,  se desplaza  rápidamente hasta territorios lejanos.

No son los dueños del monte, lo comparten con el resto de congéneres, pero dejan  su impronta.

Frotarse en los árboles es una de las técnicas más habituales. Lo hacen durante todo el año, no solamente en la época de celo.

Cada vez que otro oso macho pase por el mismo sitio identificará el olor de su congénere, entonces repetirá también la misma técnica de marcaje.

Este,  pasa apenas una semana después  e identifica  el olor

Y también lleva a cabo el mismo ritual,  se frota con el árbol  y deja su olor.

CONOCER EL COMPORTAMIENTO

El trabajo de seguimiento del oso nos permite conocer con detalle su comportamiento y  uno de los aspectos más llamativos es la actitud pacífica que tienen los osos entre sí a lo largo de  gran parte del año.

Solamente,  en la época de reproducción, con los celos de las hembras, se producen  los conocidos enfrentamientos entre machos donde las señales   son evidentes, mordiscos en la cara, labios partidos u orejas rotas. Pero la cosa no  parece  ir a mayores y para nada, hemos descubierto después de  más de treinta años de seguimiento de la población de osos en las montañas cantábricas estas peleas entre machos sean el origen de  las muertes que con tanta facilidad achacan los políticos y las administraciones responsables de la conservación de esta especie, cuando se encuentra un oso muerto.

VÍDEO.

En este vídeo podemos ver las secuencias de estos encuentros entre osos.

 

PROGRAMA DE SEGUIMIENTO DEL OSO PARDO.

Financiado exclusivamente por los socios del FAPAS