Es uno de los grandes fallos de la conservación de la naturaleza, queremos proteger, pero solo intuimos porqué.

 

 

La situación a la que se ha llegado con el lobo, tratando de exterminarlo de muchos sitios, de volver a perseguirlo por la supuesta gravedad de su presencia en la naturaleza para los intereses humanos, se produce, porque  existe una inmensa ignorancia sobre esta especie.

Escuchamos auténticas barbaridades que  se atribuyen a los lobos, gran parte de ellas relacionadas con los ataques al ganado doméstico. Barbaridades que la inmensa mayoría de la gente cree por carecer de ningún tipo de  conocimiento.

Y lo que es peor,   la inmensa mayoría de los que defienden al lobo tampoco poseen mayor información o conocimiento. Si unos lo odian por su supuesta maldad, otros lo admiran por cuestiones de belleza o simplemente  entusiasmo por la naturaleza.

Pero para proteger, hay que desarrollar argumentos sólidos y veraces  sobre lo que queremos conservar.  Sobre el lobo, hay multitud de información, pero entendemos que no es una información formativa, es una información divulgativa.

Para proteger  una especie tan compleja y en una situación de tanta tensión social como la que se produce en sectores que lo rechazan, debemos de tener argumentos y los argumentos se obtienen  con la información.

Es bueno que quién reclame la protección del lobo lo haga, además de por los  ideales que muchos llevamos dentro de  proteger a la naturaleza en general,  lo haga también con criterios, con razonamientos  sólidos y argumentos respaldados por criterios técnicos y científicos.

Es necesario combatir  a la desinformación, al criterio burdo basado en creencias y supersticiones a una desinformación  que con mucha facilidad alcanza a los políticos que toman decisiones, pero que ven en la oportunidad de ponerse al lado de la ignorancia, una opción de favorecerse políticamente.

El lobo y toda la problemática que entorno a él se desarrolla, es cada vez más evidente que posee   un alto interés de manipulación, para obtener otros réditos.

El lobo vende en los medios de comunicación. Cada imagen de las ovejas degolladas y destripadas se convierte en impactos que se traducen en  mayores ventas para los medios que las publican.

El lobo vende en las casas consistoriales, cada alcalde que se postula como férreo aniquilador de lobos, obtiene un rédito político en forma de votos.

Cada sindicato agrario que utiliza el argumento del lobo para vaticinar la peor crisis de la historia del mundo rural, afianza a sus asociados y mantiene y renueva cuotas.

Ante ello, solo cabe una estrategia: INFORMACIÓN

Si vas a hablar del lobo, debatir y defenderlo,  hazlo con conocimiento de causa, no se puede defender algo que se desconoce.

Vamos a publicar una serie de informes elaborados por la documentalista Caroline Waggershauser.  Si quieres saber más del lobo, leételos…

Si tienes algún problema para ver el informe, accede a este enlace:https://www.slideshare.net/secret/u9SLPt8m94ZEr0